Quienes manejan el mundo, unos pocos, lo saben y no compiten entre ellos, se asocian.
La competitividad es solo un arma mas, para oprimir, para obligarle a sacar el máximo que suele ir junto con lo peor de nosotros.
Competimos contra todo, por tener el mejor puesto, a cualquier coste que pagará otros semejante.
En lugar de pensar que podemos llegar a la meta juntos, sin tener que pisar a nadie ni quitarle el pan de la boca.
Suele ensalzarse el ajedrez como algo muy racional. El juego transcurre en un campo de batalla y se trata de vencer, derrotar al adversario.
Sáquele mejor partido al cerebro que auto satisfacerse venciendo a otro. Nada puede superar a vencerse a uno mismo.
Han trascurrido miles de años y no hemos aprendido que en ninguna guerra hay vencedores. Solo muertes y penurias.
Lo mejor de la guerra es... que no suceda nunca mas.
1 comentario:
Como siempre... tienes más razón que un santo, David. Superarse a uno mismo, esta es la cuestión.
Ramon.
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