jueves, 20 de septiembre de 2012

Oro parece. Resbaladiza piel de plátano es.

El descontento social está en auge. No puede ser de otro modo dada la situación.
Algunos políticos ya  la califican como peligrosa. La información es controlada y se minimiza la respuesta ciudadana.

Aparecen en la red un buen número de referencias a los inicios de las luchas por las libertades que estamos perdiendo. Recuerdos de guillotinas y guillotinados, de la toma de poder del pueblo. Hablan de miedo al devenir y de como esto nos paraliza. Hablan de moverse, de unirse y sobre todo de retomar las riendas que dejamos a los que dicen ser representantes del pueblo y que no lo son.

Democracia, señores dirigentes, es la voluntad del pueblo expresada directa o indirectamente y que confiere legitimidad a sus representantes. De ningún modo la elección de los representantes les confiere el poder de hacer lo que quieran y mucho menos que incumplan las promesas en las que basaban su candidatura.

¿Puede ser más ilegítima la situación actual?

Las leyes no están hechas para limitar el poder del pueblo, ni para someterle y es en esos casos donde históricamente han aparecido la respuesta del pueblo soberano que si está por encima de las leyes de los tiranos de turno. 

Democracia es otra cosa señores, no esto que nos quieren hacer creer.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Tiempo de "Es lo que hay"

A estas profundidades, que no alturas de la crisis, suele escucharse mucho la frase  -"Es lo que hay".

En un principio suena a persona consciente de la realidad, con los pies en el suelo y de buena adaptación al medio.

Pero si se presta atención al contexto de la frase, en muchas y cada vez más situaciones, el sentido cambia radicalmente. Por ejemplo

Cuando pierdes prestaciones con el recorte fácil e injusto al trabajador
Cuando te piden más por menos
Cuando te obligan a aceptar bajo amenaza
Cuando las ley, que asiste a quienes asiste, te vuelve un objetivo económico.

Son tiempos de crisis y realmente se han de ajustar las cosas para afrontarla, pero no unos a costa de otros.

Son tiempos de crisis, de humanidad de colaboración de mutuo esfuerzo en el papel
En la realidad es tiempo de pillos y pillaje, de caraduras y de beneficiarse injusta y cruelmente de los desfavorecidos.


Es lo que hay, se convierte en el balar del cordero que acepta sin luchar su turno al matadero o en la cantinela que repetimos ante el espanto de la impotencia.

¿Donde está el gobierno que proteja los intereses de los ciudadanos?

Es lo que hay... si no lo cambiamos.