Un cuento corto
Era tan pobre, que apenas tenía unas migas de pan. Sin hogar ni ningún otro bien me senté en una piedra, en el camino del bosque. cerré los ojos y me eché a llorar
entre mis gemidos me pareció oír cierto alboroto y sorprendido vi unos animalillos que hacían cola frente a mi.
-¿Porqué lloras? me dijo una alondra
-Me gustaría escapar volando de esta situación
-Dame una miga de tu pan y te daré alas a cambio
Lo hice sin pensar, claro.
-¿cómo has llegado a esta situación? preguntó el cuervo
- acepté la ayuda de usureros y acabaron con todo lo que tenía
-a cambio de una miga te daré mi objetos brillantes
Oro y piedras preciosas, Lo hice sin pensar, claro.
-¿Es que no tienes oficio? preguntó el zorro
-No he sabido aprender cosas
-cámbiame una miga de tu pan por inteligencia
Lo hice sin pensarlo 2 veces.
El oso dijo -Tienes muchas cosas ahora. dáme tu última miga de pan y te doy mi cueva a cambio, para que guardes tus bienes y puedas descansar
Nuevamente acepté sin pensar y salí volando hacia la cueva con mis nuevas pertenencias. llegué exhausto.
Allá yacen mis huesos, muerto en mi nueva y última morada, rico y listo lo perdí todo en el esfuerzo de volar.
Moraleja: No aprecié lo que tenía.
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